Luego de recordar el cuidado, la paciencia y el amor de Dios por su pueblo durante su peregrinación por el desierto Moisés hace una exhortación a obedecer la Ley. Es curioso cómo quiere lograr un impacto en el pueblo, porque al recordar lo que hizo Dios, prepara los corazones para que deseen obedecer.
En este discurso aparece una aclaración muy importante con respecto a la Ley. Los versículos 6 al 8 del capítulo 4 dicen: “Obedézcanlos y pónganlos en práctica; así demostrarán su sabiduría e inteligencia ante las naciones. Ellas oirán todos estos preceptos, y dirán: “En verdad, éste es un pueblo sabio e inteligente; ¡ésta es una gran nación!¿Qué otra nación hay tan grande como la nuestra? ¿Qué nación tiene dioses tan cerca de ella como lo está de nosotros el SEÑOR nuestro Dios cada vez que lo invocamos? ¿Y qué nación hay tan grande que tenga normas y preceptos tan justos, como toda esta ley que hoy les expongo?” (NVI)
Aquí se manifiestan los verdaderos propósitos de Dios al darle a su pueblo las leyes:
1. Que el pueblo de Israel sea ejemplo de las demás naciones y que las mismas lo admiren y deseen ser como él.
2. La Ley tenía la intención de mostrar a un Dios personal, cercano y accesible.
3. El concepto de justicia que enseñaban era el más claro de todos. Este concepto de justicia manifestaba el carácter de Dios que es amor.
El Dios de Israel era totalmente diferente al de las culturas paganas. Su Dios era realmente personal porque no solo se comunicaba con el profeta Moisés, sino que al proclamar los diez mandamientos lo hizo a todo el pueblo. ¡Todos oyeron la voz de Dios anunciando sus mandamientos!
A esta declaración se le suma una especial advertencia contra la idolatría. Se les recuerda que en Horeb no vieron ninguna imagen y por lo tanto no debían fabricarlas, no sea que con el tiempo se vieran tentados a postrarse ante ellos y adorarlos (versículo 19).
En el versículo 26 al 28 se da un adelanto del cautiverio que vivirían en Babilonia siglos más tarde y de la influencia pagana que tendrían que tolerar.
Dios no quiere que basen sus creencias en ídolos de madera y piedra. Dios quiere que sus hijos lo conozcan a través de su Ley. Dios sabía que si ahora comenzaban a adorarlo a través de estas imágenes, en el futuro seguirían adorándolas pero en relación a otros dioses.
Quería grabar perpetuamente en sus corazones que EL está a la distancia de una oración de quien lo busca (vers. 29)
La Ley de Dios cumple su propósito: Demostrar que hay solo un Dios cercano a quien desee buscarlo, para manifestarle su amor eterno.Luego de recordar el cuidado, la paciencia y el amor de Dios por su pueblo durante su peregrinación por el desierto Moisés hace una exhortación a obedecer la Ley. Es curioso cómo quiere lograr un impacto en el pueblo, porque al recordar lo que hizo Dios, prepara los corazones para que deseen obedecer.
En este discurso aparece una aclaración muy importante con respecto a la Ley. Los versículos 6 al 8 del capítulo 4 dicen: “Obedézcanlos y pónganlos en práctica; así demostrarán su sabiduría e inteligencia ante las naciones. Ellas oirán todos estos preceptos, y dirán: “En verdad, éste es un pueblo sabio e inteligente; ¡ésta es una gran nación!¿Qué otra nación hay tan grande como la nuestra? ¿Qué nación tiene dioses tan cerca de ella como lo está de nosotros el SEÑOR nuestro Dios cada vez que lo invocamos? ¿Y qué nación hay tan grande que tenga normas y preceptos tan justos, como toda esta ley que hoy les expongo?” (NVI)
Aquí se manifiestan los verdaderos propósitos de Dios al darle a su pueblo las leyes:
1. Que el pueblo de Israel sea ejemplo de las demás naciones y que las mismas lo admiren y deseen ser como él.
2. La Ley tenía la intención de mostrar a un Dios personal, cercano y accesible.
3. El concepto de justicia que enseñaban era el más claro de todos. Este concepto de justicia manifestaba el carácter de Dios que es amor.
El Dios de Israel era totalmente diferente al de las culturas paganas. Su Dios era realmente personal porque no solo se comunicaba con el profeta Moisés, sino que al proclamar los diez mandamientos lo hizo a todo el pueblo. ¡Todos oyeron la voz de Dios anunciando sus mandamientos!
A esta declaración se le suma una especial advertencia contra la idolatría. Se les recuerda que en Horeb no vieron ninguna imagen y por lo tanto no debían fabricarlas, no sea que con el tiempo se vieran tentados a postrarse ante ellos y adorarlos (versículo 19).
En el versículo 26 al 28 se da un adelanto del cautiverio que vivirían en Babilonia siglos más tarde y de la influencia pagana que tendrían que tolerar.
Dios no quiere que basen sus creencias en ídolos de madera y piedra. Dios quiere que sus hijos lo conozcan a través de su Ley. Dios sabía que si ahora comenzaban a adorarlo a través de estas imágenes, en el futuro seguirían adorándolas pero en relación a otros dioses.
Quería grabar perpetuamente en sus corazones que EL está a la distancia de una oración de quien lo busca (vers. 29)
La Ley de Dios cumple su propósito: Demostrar que hay solo un Dios cercano a quien desee buscarlo, para manifestarle su amor eterno.